La película muestra, de manera dramática, el abuso del poder y el uso de la humillación como una herramienta de control y sometimiento de otros seres humanos. La película me llevo a reflexionar sobre el tema y de una revisión rápida de la historia, llama la atención que en todas las sociedades, desde siempre, han existido métodos extremos ya sea para interrogar o bien para castigar. Quizá las técnicas de la Inquisición representan una priemra gran síntesis de las herramientas utilizadas por la humanidad para tales efectos.
En nuestra época hay un concenso en la condena al uso de la tortura, ya sea para interrogar como castigar prisioneros, formalizado en la prohibición del uso de la tortura en la Convención de Ginebra, sin embargo, lo anterior no impidió que EU, a pesar de considerarse un país emblemático en materia del respeto a los derechos humanos, a partir de 2001 y con motivo del atentado terrosita a las torres gemelas y el pentágono, a través de diversas herramientas legales que redefinieron el concepto de tortura, institucionalizara el uso de técnicas de interrogación en contra de los presuntos miembros de grupos terroristas responsables del atentado que constituyen, desde mi punto vista, torturas y, por ende, una violación a la Convención de Ginebra.
Las imágenes y los testimonios de los presos de Guantanámo son aterradoras, y a pesar de diversas condenas al interior del Gobierno de EU y de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de ese país en el sentido de que los procesos en Guantámo tienen derecho a un debido proceso legal, aún existen 150 reos que, sin haber sido acusados de ningún delito, siguen presos.
Lo anterior sin mencionar a los otros tantos que después de años de cautiverio y tortura, fueron puestos en libertad sin mayores explicaciones y sin que a la fecha se haya hecho responsable a nadie por su indebido encarcelamiento.
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